No debemos olvidar nunca que cuando nos iniciamos en el método, la manera de aplicar movimiento no es en vano. No es mover por mover. Nos movemos de una manera determinada con una razón de ser. Hay que tener en cuenta que la finalidad última para la salud de nuestra espina dorsal, es la descompresión vertebral.
Cuando Joseph Pilates, creó el método tuvo en cuenta que la curación venía de la mano del movimiento, y que ese movimiento se aplicaba de una forma determinada. Nos referimos en este caso a conseguir ampliar la distancia entre vertebras, para conseguir alivio y vida. Con el método lo conseguimos, y desde aquí mostramos como hacerlo… tu a ti mism@. Por que es así como lo tienes que hacer y llevarlo a la práctica:
Vamos a centrarnos en la zona abdominal y localizamos una distancia concreta, que es la que hay entre la última costilla flotante y la cresta ilíaca, anterosuperior (hueso sobresaliente de la cadera). Si miramos el abdomen de frente, tomamos de referencia ambas crestas ilíacas y sus costillas inmediatamente superiores (el talle). Ampliamos esa distancia, ABRA EL TALLE ¡!!, ojo no de cualquier manera, sin arquear la espalda para conseguirlo, no desvirtuéis vuestra columna lumbar (lordosis). Tirad del ombligo hacia arriba, imaginando que entra en un pantalón muy pequeño…. Visualizadlo como deseéis, hacedlo desde la exhalación y veréis que con el tiempo y un profesional que os pueda guiar en la consecución de los ejercicios, su cuerpo logrará comprender y evolucionar a favor de una mejor higiene postural y calidad de vida.