En una encuesta realizada a diferentes centros en los que se practicaba ciclismo indoor, spinning o cualquier otra denominación, hemos encontrado los siguientes resultados:
- A la pregunta de si cualquier persona puede acceder libremente a la práctica de spinning, todos nos contestaron que sí.
- A la pregunta de si existen diferentes niveles para la práctica de esta actividad, todos nos contestaron que no.
- Finalmente, a la pregunta de si realizan pruebas de esfuerzo a personas que comienzan a practicar spinning, o tienen esta intención, todos nos contestaron que no.
Estos resultados, más que representativos de la realidad existente, nos muestran una grave situación con la que hemos de ser muy cuidadosos y fomentar la profesionalidad en todos los centros deportivos, ya que no nos jugamos clientes, sino personas.
Como profesionales nos interesa, no sólo es la difusión del ciclo-indoor en nuestro centro que, también, y lo que más interés puede tener para nosotros, es el tratamiento que de esta actividad se realiza. Es decir, estamos hablando de la «supuesta libertad» de acceso a la misma por parte de cualquier usuario . Esto que puede parecer «seudo censura» no es así, ya que nos referimos a una delicada cuestión de salud.
Partimos de la clara y real existencia de diferentes niveles de condición física entre nuestros clientes. Este hecho tan conocido y tan normal, no es tenido en cuenta por muchos instructores a la hora de impartir una clase.
En la inmensa mayoria de centros, no se tiene en cuenta el estado de condición física para establecer unos niveles que, de una manera progresiva, permitan ir accediendo a esta actividad en cuanto a intensidad y volumen.
Si esto es así con personas que «sólo» tienen una variedad de condición física, es decir, no presentan problemas de ningún tipo a nivel de salud, ¿qué sucede con esas personas que se incorporan a un gimnasio y tienen algún problema de salud?
Dentro de esas personas podemos encontrar aquellas que conocen esos problemas de salud y otras que, sin llegar a ser problemas de salud, no conocen la existencia que puede haber, con respecto a sus hábitos y estilo de vida, de determinados factores de riesgo cardiovascular.
Es aquí precisamente donde deberíamos hacer gran hincapié, ya que, si peligroso es someter a una persona con bajo nivel de condición física a una actividad de intensidad variable y, en cualquier caso, no adecuada a dicho nivel físico, más peligroso será el hacer lo mismo con una persona que, además, tenga algún problema de salud o factor de riesgo; siendo extremadamente peligroso dicho tratamiento con personas que desconocen su situación real de salud.
Estos son los factores de riesgo que deberiamos conocer y manejar a la hora de instruir y dirigir a nuestros clientes en una sesiónde ciclo-indoor:
Según el ACSM (American Collage of Sport Medecine), (1991), los factores primarios de riesgo coronario son:
- Hipertensión: PS >140 mmHg o PD >90 mmHg (con o sin medicación antihipertensiva).
- Hiperlipidemia: > 200 mg/dl; colesterol total unido a HDL < 35 mg/dl o colesterol total Unido a LDL > 130 mg/dl
- Tabaquismo (fumador actual o haberlo sido en los últimos seis meses).
- Glucosa en ayunas: 110 mg/dl.
- Historia de cardiopatía isquémica en familiares < 55 años.
- Obesidad (IMC > 30 kg/m2 o cintura > 100 cm).
- No cumplir con las recomendaciones oficiales (el ACSM recomienda realizar al menos 3 horas de actividad física a la semana
La prevalencia de dos o más de estos factores, sería causa de NO RECOMENDACIÓN de la actividad hasta que nuestro usuario fuese reconocido por un médico y fueran establecidas algunas pautas para poder individualizar la intensidad, frecuencia y duración de sus sesiones.
Autor: Jose Antonio Hidalgo Martin
Licenciado en Ciencias de la Actividad FísicaEspecialista en Actividad Física y Salud
Profesor en el Secretariado de Deportes de la Universidad de Alicante.