Esta entrada será la primera de algunas entregas que dedicaremos a esta técnica. Hoy os voy a ofrecer una “intro” sobre la electroestimulación y como empecé a interesarme por ella tanto para un uso deportivo como para un uso terapéutico.
Situación
Debido a un accidente de tráfico, me fracturé la tibia y el peroné lo que se tradujo en una intervención de 7 horas en la que me introdujeron una pletina en el peroné, un clavo intramedular por toda la tibia, y todo ello sujeto con la friolera de 14 tornillos, un autentico trabajo para bricomaniacos.
Una vez puestos en situación os podréis hacer una idea del largo periodo de inmovilización que he tenido que soportar, por lo que viendo como el tono muscular decaía por momentos (normal en todas las intervenciones que requieren de un periodo de inmovilización), me decidí a indagar un poco sobre las posibilidades de está técnica, ya que había oído hablar de ella, pero nunca la experimenté por mi mismo.
Aplicaciones, beneficios y funcionamiento
En las siguientes entradas os explicaré y detallaré las aplicaciones, beneficios y funcionamiento de este tipo de aparatos, por lo que las razones por las que decidí complementar mi rehabilitación con este sistema las omitiré en este momento ya que podréis deducirlas y entenderlas en ese momento.
Opciones
Una vez convencido de los beneficios terapéuticos y deportivos que puede aportarme la electroestimulacion, toca decidirse por uno de estos dispositivos, he aquí otra cuestión… existen muchas marcas (CEFAR, COMPEX, GLOBUS etc..)y precios, yo en mi caso me decidí por un “Compex Mi-Sport”, un electroestimulador muy polivalente debido a la gran cantidad de programas que incluye, válido tanto para el entrenamiento como para las terapias más comunes de rehabilitación, relajación y dolor. En este sentido es conveniente tener claro el uso que se le va a exigir al aparato, para no hacer una inversión demasiado costosa.
Este aparato en concreto plantea el proceso de rehabilitación en 3 fases o programas:
Primera: Semana 1 – 2 Amiotrofia. Reactivación de las fibras musculares tras un tratamiento que ha requerido inmovilización.
Segunda: Semana 3 – 8 Remusculación. Aumento del diámetro y capacidad de las fibras musculares alteradas. Restauración del volumen muscular.
Tercera: Semana 9 – 10 Fortalecimiento. Aumento de la fuerza del musculo que estaba atrofiado.
Conclusiones
En este momento hacen ya cuatro meses desde el accidente y dos desde que empecé a utilizarlo, al respecto deciros que en pocas semanas (2-3) se nota claramente como la musculatura del cuádriceps no solo deja de menguar sino que empieza a tener un tono muscular “decente”. Ahora mismo me encuentro combinándolo con el proceso de rehabilitación en el hospital y aunque todavía me queda bastante trabajo por delante, creo poder decir con total seguridad que he adelantado mucho en este proceso gracias al uso de esta técnica (y por supuesto gracias al trabajo constante de mi rehabilitadora).
No os perdáis las siguientes entradas en las que trataremos los efectos, aplicaciones, beneficios y funcionamiento de la electroestimulacion.
Autor: M.Quintanilla
Enlaces: Cefar, Compex, Globus